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Frente Amplio y Partido Comunista: Jugando con la dignidad de los trabajadores

Hoy, frente a un sistema de miseria, que enriquece a un selecto grupo de administradores y empresarios a costa del trabajo del pueblo, el gobierno de Gabriel Boric, y el progresismo en su amplio espectro han reafirmado una vez más encontrarse en la vereda de los empresarios. Esta administración, que se abanderaba bajo las consignas de “No + AFP”, hoy ha logrado aumentar en casi un 50% el margen de las ganancias multimillonarias de las aseguradoras privadas a través del aumento del porcentaje de cotización individual.

Entre el acuerdo del gobierno y un verdadero sistema de pensiones que le haga justicia a la clase trabajadora hay un mar de diferencia. El discurso de que aumentarán las pensiones para el trabajador, con el cual se ha intentado blindar al sistema y con el que celebra todo el espectro político ¿qué esconde sino la profundización del negocio de las AFP? Cualquier demanda de justicia popular o dignidad para los trabajadores frente al millonario robo que las AFP y el sistema de capitalización individual le han perpetrado a la clase trabajadora de este país, hoy ha sido desechada, acordando entre todos los sectores políticos, desde el PC hasta la UDI decir: “Sí, + AFP”.

El Partido Comunista y Frente Amplio, los mismos que ayer criticaban el sistema de AFP, que decían oponerse al robo que estas empresas hacían con lo que pertenece a los trabajadores, hacen lo contrario de lo que decían proponer. ¿Qué peso puede tener la palabra de quienes traicionan sus (a estas alturas supuestos) principios una y otra vez? De un plumazo borraron todos los discursos de cambio con los que engañaron para hacerse gobierno, y ahora tienen el descaro de decirle al pueblo que esta reforma es un “acto de justicia” y que “allana el camino para una vejez más digna”, cuando el único camino que allana es el del negocio de los empresarios, que ahora tienen asegurado el sistema para las siguientes décadas, mientras las migajas del acuerdo se las reparten al pueblo. Mas aún, no tienen vergüenza de decir que la reforma “tiene rostro de mujer”, cuando la única cara detrás de esta reforma es la de las AFP.

Sin importar que este acuerdo niegue sus propios proyectos iniciales, ni tampoco que los fondos se inyecten directamente a un mercado de capitales absolutamente quebrado, o siquiera que los mismos 5 grupos económicos seguirán controlando el mercado de las Aseguradoras de Fondos, el gobierno califica este hito como una absoluta victoria para su administración ¿Por qué?

Por un lado, se encuentra el cálculo político de baja estofa, que busca hacerle un “check” al titular de la promesa de campaña de reformar el sistema previsional, sin importar qué tan distorsionado y poco coherente sea el resultado de la propuesta original o la cooptación de los movimientos sociales y las banderas de No+AFP que utilizó para salir electo. Estas volteretas olímpicas, por lo demás, no resultan tan novedosas si nos fijamos en proyectos como la supuesta condonación al CAE, la jornada laboral de 40 horas o el acuerdo del litio con SQM, que han retocado el modelo, sin introducir ninguna crítica ni menos vientos de cambio a las condiciones de vida de nuestro pueblo.

Ahora unos y otros se sacan la foto del triunfo y hablan de la primera reforma de pensiones después de 43 años ¿realmente creen que el pueblo esperó cuatro décadas para vivir otra profundización del mismo sistema injusto? Cuál de todos los políticos más ansioso por sacar partido de esta reforma, haciendo supuestas miradas “criticas”, alabándola sin tapujos o atribuyéndose su logro, mientras en el pueblo eso contrasta con la paupérrima situación de supervivencia y abandono que se empeora día a día.

Por otro lado, cerrar temas como el de las pensiones apunta a resolver problemas estratégicos del sistema, apuntando a que la reforma de la administración y aumento de las pensiones durante este gobierno progresista relegitime el sistema de capitalización individual y aporte en la tarea de ir cerrando la crisis política que enfrenta el país. Dicho de otro modo, busca cerrar flancos para asegurar la estabilidad política y a su vez las inversiones económicas que los empresarios tienen sobre el país. Y lejos de abrir nuevos caminos, el Partido Comunista y Frente Amplio se suman acríticamente ese juego de dotar de estabilidad el sistema nuevamente.

Lejos de este mar de celebraciones y ajustes pequeños entre el empresariado y la casta política, se encuentra el pueblo trabajador, aquellos quienes no solo reciben una fracción ínfima de lo que vale su trabajo, sino que además otra tajada de ese sueldo es usada para financiar negocios quebrados o empresas cascadas. Lejos también se encuentran los jubilados, aquellos que deben sobrevivir con pensiones de miseria luego de toda una vida siendo explotados. A ellos ¿Qué podrán esperar ya de un gobierno que traiciona sin tapujos sus propias promesas?

Lo que el pueblo necesita no es un aumento superficial de su pensión, sino superar las condiciones de miseria en las que nos tiene sumido el capital. Si los trabajadores son los que crean la riqueza de este país, lo justo es que reciban el fruto de su esfuerzo, mientras trabajan y también en su vejez, con condiciones de vida dignas. Una empresa que administra los fondos de los trabajadores y los invierte a su antojo no puede estar más lejos de aquello, redoblando la situación de explotación de los trabajadores: empresas que les roban su trabajo al no retribuirlo justamente y luego empresas que hacen con su trabajo lo que quieren en la bolsa.

Al pueblo, a la definitiva mayoría de este país, que vive día a día la explotación, bajos sueldos, malas condiciones de trabajo y poco tiempo de disfrute, mientras políticos y empresarios juegan con nuestro futuro desde sus palcos, los llamamos a no confiar y rebelarse contra la injusticia y abandono que se profundiza día a día en nuestro país.

A todos quienes pusieron su confianza en que un nuevo gobierno pudiera resolver algo de los problemas populares, mejorar la vida del pueblo, apuntar hacia un nuevo camino para la sociedad, hoy les decimos que ha quedado demostrado que el único camino se encuentra en la construcción de una fuerza y un proyecto popular, que defienda los intereses inmediatos y estratégicos de nuestra clase, y no en una falsa izquierda que dice estar de lado de los trabajadores, pero apenas ve mezquinas ganancias individuales corre a pertrecharse de lado de los empresarios.

La verdadera dignidad para el pueblo no se juega en un aumento a su pensión que fortalece a los empresarios, y que es la moneda de cambio para seguir sosteniendo un sistema injusto donde la clase dominante se apropia del trabajo del pueblo día a día. La verdadera dignidad para el pueblo se conquista en la lucha por una nueva sociedad y en la rebelión frente a quienes engañan al pueblo con falsas promesas.

Ante una sociedad de opulencia y multimillonarios que mantienen al pueblo en la miseria,

LO JUSTO ES REBELARSE.